Hoy, serán dos años sin festejos
Sin regalos, sin abrazos, sin besos,
No hay fiesta, no hay velitas, ni pastel,
Y aun así tu luz es suficiente lo sé.
Seguro de no ser el único que piensa en ti,
Seguro de que este día mil recuerdan,
Seguro que unos te lloran, te piensan,
Seguro que en mí sonrisas despiertas.
Dos años sin festejo al cándido ángel
Cuyo lugar de origen le reclamó
Un ser cuya misión vio consumada
Y por ser luz, a la luz regresó
Hoy después de dos años, no te extraño.
Hermanos tu y yo sin carne de por medio
Después de la primera mirada nos llamamos
Sin conocernos conocidos resultamos.
Hoy querida, no hay fiesta en San Miguel,
No hay globos adornando el cielo,
Hay alegría de saberte bien, feliz
Tocaste corazones, que mejor festejo.
Hoy después de un par de años, no te extraño
Hoy después de dos años te recuerdo,
Sólo el saludo y tu voz se añoran porque…
El alma tuya, esa… esa la dejaste aquí adentro.
Con cariño para Galia, en su cumpleaños (15-Ene-2013)
Eduardo
Algunas frases y pensamientos personales... no son robados, algunos de ellos son de alguien más y siempre menciono al autor. Son resultado de mi manera de ver la vida y de algunas experiencias personales. Agradezco a cada uno de los que me han regalado un aprendizaje, gracias a los que llegan y a aquellos que se van... aquí un pedacito de todos nosotros.
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lunes, 14 de enero de 2013
viernes, 11 de enero de 2013
EL AGUATERO
Una fantástica historia que me hicieron llegar, gran aprendizaje que quiero compartir
Había una vez en un pueblito un hombre que trabaja de aguatero. En aquel entonces el agua no salía de los grifos, estaba en el fondo de profundos pozos o en el caudal de los ríos. Si no cabían pozos excavados cerca del pueblo, el que no quería ir a buscar el agua personalmente debía comprar a uno de los aguateros que con grandes tinajas iban y volvían al pueblo con el preciado líquido.
El pueblo era pequeño y no tenía pozos. El hombre era el único aguatero del lugar. Desde el amanecer y hasta que el sol caía, el protagonista de este cuento cargaba con dos grandes tinajas de barro que colgaban de una vara de madera sobre sus hombros. Tinajas vacías camino al río, tinajas llenas camino al pueblo. Así seis o siete veces por día.
Una mañana, una de las tinajas se agrietó y empezó a perder agua por el camino. Al llegar a pueblo los compradores le pagaron las acostumbradas diez monadas por la tinaja de la derecha pero sólo cinco por el contenido de la otra que apenas estaban por la mitad.
Comprar una tinaja nueva era demasiado costoso para el aguatero, así que decidió que debía apurar el paso para compensar la diferencia de dinero que reciba.
Durante dos años el hombre siguió yendo y viniendo a paso firme trayendo agua al pueblo y recibiendo sus quince monedas en pago por una tinaja y media de agua.
Una noche lo despertó un chistido en su habitación:
- Chssst.., chsssst...
- ¿Quién anda ah? -pregunto el hombre.
- Soy yo -dijo la voz, que salía de la tinaja agrietada.
- ¿Por qué me despiertas a esta hora?
- Supongo que si te hablara de día y a plena luz, el susto impediría que me escucharas. Y necesito que me escuches.
- ¿Qué quieres?
- Quiero pedirte que me perdones. No fue mi culpa la grieta por donde el agua se escurre, pero se lo mucho que te he perjudicado. Cada día cuando cansado llegas al pueblo y recibes por mi contenido la mitad de lo que recibes por mi hermana me dan ganas de llorar. Yo se que debiste cambiarme por una tinaja nueva y desecharme, y sin embargo me has mantenido a tu lado. Quiero agradecerte eso y pedirte una vez más que me disculpes.
- Es gracioso que tú me pidas esculpas -dijo el aguatero-. Mañana bien temprano saldremos juntos tu y yo. Hay algo que quiero mostrarte.
El aguatero siguió durmiendo hasta el alba. Cuando el sol se asomó en el horizonte tomó la vasija agrietada y se fue con ella al río.
- Mira -le dijo al llegar, señalando la ciudad-, ¿que ves?
- La ciudad - dijo la vasija.
- ¿Y qué más? -preguntó el hombre
- No sé... el camino -contestó la vasija
- Eso. Mira a los lados del sendero, ¿que ves?
- Veo la tierra seca y el ripio del lado derecho del camino y los canteros de flores del lado izquierdo -dijo la vasija que no entendía que le quería mostrar su dueño.
- Muchos años recorrí este camino triste y solitario llevando el agua hasta el pueblo y recibiendo igual cantidad de monedas por ambas tinajas... Pero un día noté que te habías agrietado y que perdías agua.
Yo no podía cambiarte, así que tomé una decisión: Compre semillas de flores de todos los colores y las sembré a ambos lados del camino. En cada viaje que hacía, el agua que derramabas regaba el lado izquierdo del sendero y consiguió en estos dos años hacer esta diferencia -el aguatero hizo una pausa y acariciando su leal vasija le dijo todavía- ¿Y tú me pides disculpas? ¿Qué importan algunas monedas menos si gracias a ti y tu grieta los colores de las flores me alegran el camino? Soy yo quien debe agradecerte tu defecto.
Había una vez en un pueblito un hombre que trabaja de aguatero. En aquel entonces el agua no salía de los grifos, estaba en el fondo de profundos pozos o en el caudal de los ríos. Si no cabían pozos excavados cerca del pueblo, el que no quería ir a buscar el agua personalmente debía comprar a uno de los aguateros que con grandes tinajas iban y volvían al pueblo con el preciado líquido.
El pueblo era pequeño y no tenía pozos. El hombre era el único aguatero del lugar. Desde el amanecer y hasta que el sol caía, el protagonista de este cuento cargaba con dos grandes tinajas de barro que colgaban de una vara de madera sobre sus hombros. Tinajas vacías camino al río, tinajas llenas camino al pueblo. Así seis o siete veces por día.
Una mañana, una de las tinajas se agrietó y empezó a perder agua por el camino. Al llegar a pueblo los compradores le pagaron las acostumbradas diez monadas por la tinaja de la derecha pero sólo cinco por el contenido de la otra que apenas estaban por la mitad.
Comprar una tinaja nueva era demasiado costoso para el aguatero, así que decidió que debía apurar el paso para compensar la diferencia de dinero que reciba.
Durante dos años el hombre siguió yendo y viniendo a paso firme trayendo agua al pueblo y recibiendo sus quince monedas en pago por una tinaja y media de agua.
Una noche lo despertó un chistido en su habitación:
- Chssst.., chsssst...
- ¿Quién anda ah? -pregunto el hombre.
- Soy yo -dijo la voz, que salía de la tinaja agrietada.
- ¿Por qué me despiertas a esta hora?
- Supongo que si te hablara de día y a plena luz, el susto impediría que me escucharas. Y necesito que me escuches.
- ¿Qué quieres?
- Quiero pedirte que me perdones. No fue mi culpa la grieta por donde el agua se escurre, pero se lo mucho que te he perjudicado. Cada día cuando cansado llegas al pueblo y recibes por mi contenido la mitad de lo que recibes por mi hermana me dan ganas de llorar. Yo se que debiste cambiarme por una tinaja nueva y desecharme, y sin embargo me has mantenido a tu lado. Quiero agradecerte eso y pedirte una vez más que me disculpes.
- Es gracioso que tú me pidas esculpas -dijo el aguatero-. Mañana bien temprano saldremos juntos tu y yo. Hay algo que quiero mostrarte.
El aguatero siguió durmiendo hasta el alba. Cuando el sol se asomó en el horizonte tomó la vasija agrietada y se fue con ella al río.
- Mira -le dijo al llegar, señalando la ciudad-, ¿que ves?
- La ciudad - dijo la vasija.
- ¿Y qué más? -preguntó el hombre
- No sé... el camino -contestó la vasija
- Eso. Mira a los lados del sendero, ¿que ves?
- Veo la tierra seca y el ripio del lado derecho del camino y los canteros de flores del lado izquierdo -dijo la vasija que no entendía que le quería mostrar su dueño.
- Muchos años recorrí este camino triste y solitario llevando el agua hasta el pueblo y recibiendo igual cantidad de monedas por ambas tinajas... Pero un día noté que te habías agrietado y que perdías agua.
Yo no podía cambiarte, así que tomé una decisión: Compre semillas de flores de todos los colores y las sembré a ambos lados del camino. En cada viaje que hacía, el agua que derramabas regaba el lado izquierdo del sendero y consiguió en estos dos años hacer esta diferencia -el aguatero hizo una pausa y acariciando su leal vasija le dijo todavía- ¿Y tú me pides disculpas? ¿Qué importan algunas monedas menos si gracias a ti y tu grieta los colores de las flores me alegran el camino? Soy yo quien debe agradecerte tu defecto.
El SOL y la LUNA
Este cuento me llegó y obviamente me encantó, estuve buscando el autor original y no logré encontrarlo, pero la historia es bella...
Cuando el SOL y la LUNA se encontraron por primera vez, se apasionaron perdidamente y a partir de ahí comenzaron a vivir un gran amor.
Sucede que el mundo aún no existía y el día que Dios decidió crearlo, les dio entonces un toque final... el brillo!!!
Quedó decidido también que el SOL iluminaría el día y que la LUNA iluminaría la noche, siendo así, estarían obligados a vivir separados.
Les invadió una gran tristeza y cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían...
La LUNA fue quedándose cada vez más angustiada. A pesar del brillo dado por Dios, fue tornándose solitaria.
El SOL, a su vez, había ganado un título de nobleza: "ASTRO REY", pero eso tampoco le hizo feliz.
Dios, viendo esto, les llamó y les explicó: "No debéis estar tristes, ambos ahora poseeis un brillo propio."
"Tú, LUNA, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías."
"En cuanto a ti, SOL, sustentarás ese título porque serás el más importante de los astros, iluminarás la Tierra durante el día, proporcionarás calor al ser humano y tu simple presencia hará a las personas más felices."
La LUNA se entristeció mucho más con su terrible destino y lloró amargamente... y el SOL, al verla sufrir tanto, decidió que él no podía dejarse abatir más, ya que tendría que darle fuerzas y ayudarle a aceptar lo que Dios había decidido.
Aún así, su preocupación era tan grande que decidió hacer un pedido especial a Dios:
"Señor, ayuda a la LUNA, por favor, es más frágil que yo, no soportará la soledad..."
Y Dios... en su inmensa bondad... creó entonces las estrellas para hacer compañía a la LUNA.
La LUNA siempre que está muy triste recurre a las estrellas, que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.
Hoy, ambos viven así... separados, el SOL finge que es feliz y la LUNA no consigue disimular su tristeza. El SOL arde de pasión por la LUNA y ella vive en las tinieblas de su añoranza.
Dicen que la orden de Dios era que la LUNA debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo consiguió... porque es mujer, y una mujer tiene fases. Cuando es feliz, consigue ser Llena, pero cuando es infeliz es menguante y, cuando es menguante, ni siquiera es posible apreciar su brillo.
LUNA y SOL siguen su destino. Él, solitario pero fuerte; ella, acompañada de estrellas, pero débil.
Los hombres intentan, constantemente, conquistarla, como si eso fuera posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos. Nadie jamás consiguió traerla hasta la Tierra, nadie, realmente, consiguió conquistarla, por más que lo intentaron.
Sucede que Dios decidió que ningún Amor en este mundo fuese del todo imposible, ni siquiera el de la LUNA y el del SOL... Fue entonces que Él creó el Eclipse.
Hoy, SOL y LUNA viven esperando ese instante, esos raros momentos que les fueron concedidos y que tanto cuesta que sucedan.
Cuando mires al Cielo, a partir de ahora, y veas que el SOL cubre la LUNA, es porque se reclina sobre ella y comienzan a amarse. Es, a ese acto de Amor, al que se le dio el nombre de Eclipse.
Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al Cielo en ese momento... tus ojos podrían cegarse al ver tanto Amor.
Sucede que el mundo aún no existía y el día que Dios decidió crearlo, les dio entonces un toque final... el brillo!!!
Quedó decidido también que el SOL iluminaría el día y que la LUNA iluminaría la noche, siendo así, estarían obligados a vivir separados.
Les invadió una gran tristeza y cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían...
La LUNA fue quedándose cada vez más angustiada. A pesar del brillo dado por Dios, fue tornándose solitaria.
El SOL, a su vez, había ganado un título de nobleza: "ASTRO REY", pero eso tampoco le hizo feliz.
Dios, viendo esto, les llamó y les explicó: "No debéis estar tristes, ambos ahora poseeis un brillo propio."
"Tú, LUNA, iluminarás las noches frías y calientes, encantarás a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías."
"En cuanto a ti, SOL, sustentarás ese título porque serás el más importante de los astros, iluminarás la Tierra durante el día, proporcionarás calor al ser humano y tu simple presencia hará a las personas más felices."
La LUNA se entristeció mucho más con su terrible destino y lloró amargamente... y el SOL, al verla sufrir tanto, decidió que él no podía dejarse abatir más, ya que tendría que darle fuerzas y ayudarle a aceptar lo que Dios había decidido.
Aún así, su preocupación era tan grande que decidió hacer un pedido especial a Dios:
"Señor, ayuda a la LUNA, por favor, es más frágil que yo, no soportará la soledad..."
Y Dios... en su inmensa bondad... creó entonces las estrellas para hacer compañía a la LUNA.
La LUNA siempre que está muy triste recurre a las estrellas, que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.
Hoy, ambos viven así... separados, el SOL finge que es feliz y la LUNA no consigue disimular su tristeza. El SOL arde de pasión por la LUNA y ella vive en las tinieblas de su añoranza.
Dicen que la orden de Dios era que la LUNA debería de ser siempre llena y luminosa, pero no lo consiguió... porque es mujer, y una mujer tiene fases. Cuando es feliz, consigue ser Llena, pero cuando es infeliz es menguante y, cuando es menguante, ni siquiera es posible apreciar su brillo.
LUNA y SOL siguen su destino. Él, solitario pero fuerte; ella, acompañada de estrellas, pero débil.
Los hombres intentan, constantemente, conquistarla, como si eso fuera posible. Algunos han ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos. Nadie jamás consiguió traerla hasta la Tierra, nadie, realmente, consiguió conquistarla, por más que lo intentaron.
Sucede que Dios decidió que ningún Amor en este mundo fuese del todo imposible, ni siquiera el de la LUNA y el del SOL... Fue entonces que Él creó el Eclipse.
Hoy, SOL y LUNA viven esperando ese instante, esos raros momentos que les fueron concedidos y que tanto cuesta que sucedan.
Cuando mires al Cielo, a partir de ahora, y veas que el SOL cubre la LUNA, es porque se reclina sobre ella y comienzan a amarse. Es, a ese acto de Amor, al que se le dio el nombre de Eclipse.
Es importante recordar que el brillo de su éxtasis es tan grande que se aconseja no mirar al Cielo en ese momento... tus ojos podrían cegarse al ver tanto Amor.
viernes, 4 de enero de 2013
EL DICIEMBRE QUE SE FUE
"De nuevo y cada día, los juicios sobre Dios, sobre ateos, sobre Palestinos o sobre Israel, sobre religiones, sobre pueblos, sobre pedazos de tierra disputados en oriente o en mi américa... Por ello el hombre vive en guerra y no en felicidad. El día que dejemos de enjuiciar desde nuestra propia ignoracia y comencemos a tolerar y respetar con corazón, mente e inteligencia, ese día encontraremos primeramente la paz personal y en consecuencia la paz mundial... ojalá y no sea demasiado tarde" 01.12.2012
"Las lágrimas de amor son una inversión, las de desamor son un retiro. Sin embargo, ambas son evidencias de que estamos vivos" 01.12.2012
"Si sientes náuseas, el estómago revuelto, dolor de ojos y tu cabeza a punto de explotar... Tal vez no es migraña, solamente tienes empacho de faltas de ortografía" 01.12.2012
"Decir Lo que se ve es lo que hay sólo es labor de venta; casi nunca lo que se ve es lo que hay (lo cual no significa que sea negativo)" 02.12.2012
"Hasta el cielo más oscuro, se embellece con una pequeña luz" 03.12.2012
"El precio en que te ofrezcas, es lo máximo que pagarán por ti" 05.12.2012
"Turn happiness from a state of mind to an habit /Transforma la felicidad de un estado de ánimo a un hábito" 06.12.2012
"Debes saber que cuando reconozcas unos ojos brillantes, tristes y serenos, estás frente a una persona llena de sabiduría" 06.12.2012
"Jamás serán lo mismo, conocimiento, experiencia y sabiduría. Pienso que el orden en el que se adquieran indican el nivel de belleza interior" 08.12.2012
"El diente de León, podría decir que es una de mis flores favoritas. Sabe regalar belleza, desde que nace hasta el ocaso de su muerte esparciendo su semilla... Aún cuando se le enjuicia como mala hierba" 09.12.2012
"Cuantas veces pensaste que habías perdido y hoy te das cuenta que en realidad ganaste, así que es mejor abrir los ojos en la tormenta para apreciar plenamente la llegada de la calma" 10.12.2012
"Si quieres de verdad ocultarte,
Si esconderte es tu intención,
Evade mi mirada en tus ojos,
A otro lado desvía mi atención,
ver tus bondades y alegrías puedo
Tus pecados, tu más oscura perversión" 13.12.2012
"No puedo decir que he sufrido, si puedo decir que he vivido" 13.12.2012
"El miedo es asesino de proyectos, de amores, de la vida, de esperanzas e incluso de los mejores errores que podemos cometer" 16.12.2012
"La buena memoria es gran amiga del desamor. Y les encanta ir de la mano por la vida" 17.12.2012
Esto lo comenté con alguien (YF) ¡Y ella lo convirtió en regalo! |
"Cuando no sepas que decir con la boca, entonces usa la mirada" 17.12.2012
"La verdad solamente puede ser enmascarada por el ego del hombre" 19.12.2012
"Las más duras bofetadas me las ha dado mi propio ego" 22.12.2012
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