Mi patria esta llena de corrupción, conflictos, traidores a la nación, delincuencia de cuello blanco, gente intolerante e ignorante... Esto me causó un sentimiento de desgano y me hizo pensar ayer que no hay nada que celebrar, nuestros héroes por los que gritamos tradicionalmente ya no están, son eso precisamente una tradición, esa fue mi noche del 15 de septiembre. Hoy 16 de septiembre despierto y veo que hay gente levantada trabajando, veo familias luchando por ellos y por su país, gente honesta y trabajadora que paga impuestos, que educa a sus hijos en el amor y el respeto. Gente comprometida con un hoy y con un futuro. Recuerdo también que al salir a hacer fotos he conocido lugares maravillosos, gente amable, sencilla, dadivosa agradecida y sobretodo hospitalaria. Tengo amigos entrañables con quienes he coincidido una sola vez y eso es suficiente para mantener un lazo inquebrantable. He comido los más deliciosos manjares y bebido cosas deliciosas que no sabía que existían. En este momento precisamente siento la solidaridad entre la gente que estamos unidos por una situación que solo se resuelve con esperanza, fe y oración. Y entonces me convenzo... Las cosas que no me gustan existen, pero existen y se generan entre una cantidad mínima de la población. Los verdaderos héroes de la patria están ahí, viviendo al lado de nosotros, duermen en nuestras casas, trabajan codo a codo con nosotros, llevan a sus hijos a la misma escuela que nosotros... Como dice Facundo Cabral "Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, existen millones de caricias que construyen la vida"
Hoy, en este momento, mi esperanza esta puesta en ese alto porcentaje que construye y no en ese pequeño sector que destruye
¡Viva México, vivan sus deliciosas costumbres y coloridas tradiciones, viva su música que enamora el espíritu y el corazón, vivan sus majestuosos paisajes y su diversidad climática, vivan sus héroes que aman lo que hacen, que están comprometidos y que en silencio forjan patria!
