En febrero de este año tuve la oportunidad de asistir a un evento en honor a la bandera en la escuela en donde mi hija estudiaba el kinder, la escuela también es primaria y secundaria.
El evento en general estuvo bonito, los niños caminando por el patio central mostrando la evolución de nuestro lábaro patrio comenzando desde el estandarte de la virgen de Guadalupe hasta la bandera que conocemos actualmente, diciendo de memoria lo que con prisas y regaños terminaron aprendiendo una noche antes. Bien peinados ellos y los cabellos recogidos ellas. Las maestras sonriendo y haciendo cara de tengo todo bajo control y en sus adentros pensando (Ojalá que todo salga bien!). La escolta dio su vuelta a el patio en una formación extraña que demostraba el poco ensayo y la poca atención a marchar escoltando a la bandera.
Luego, ya con la bandera presente sonaron las notas del Himno Nacional Mexicano... Y aquí lo triste, de entre padres y niños que estaban sentados en las gradas viendo el evento solamente yo estaba cantando el himno. Cantándolo en voz alta saludando con la mano en el pecho, de pie y cabeza en alto mirando hacia mi bandera, así como me enseñaron con amor, respeto y orgullo. La gente me miraba extrañada como si debiera darme pena lo que hacia y algunos murmuraban. Mi esposa trabajaba en esa institución y pocos días después se entero de que la gente hablaba de un señor que estaba como loco de pie cantando el himno nacional.
Tristemente, la gente olvida estas cosas, en los eventos deportivos vemos artistas y deportistas que no se saben el himno nacional, otros que mueven la boca para simular que cantan y otros incluso, ni siquiera abren la boca.
No tuve educación militar, pero si tuve la fortuna de tener educación cívica y me enseñaron lo que mi bandera significa. Para muchos es un trapo de tres colores colgado de un palo, con un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Mi bandera es un SÍMBOLO, que guarda la memoria de cientos de personas que dieron su vida por este país, por nosotros sin conocernos siquiera. Simboliza la guerra por la soberanía, la paz de mi pueblo, la sangre de los héroes, el valor de mi tierra y sus raíces. Mi bandera es la tarjeta de presentación de mi México, es lo que me da identidad y pertenencia.
Escoltar la bandera, no es un juego de niñas intentando marchar en la calle gritando "conversión a la derecha... Ya!", escoltar la bandera es un HONOR, es un privilegio protegerla y portarla. Sacarla de su guarda y llevarla a el asta para poderla elevar, verla hacerse uno con el cielo y el viento para presumir que mi patria es patria de valientes y gente honorable. Verla ondear debería ser motivo de orgullo, cantarle y decirle tal como reza mi himno "¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran exhalar en tus aras su aliento, si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor" gritar que amo mi país y amo su historia, su origen, sentir vibrar el pecho cuando escucho los tambores y trompetas.
Esto hoy, para algunos es motivo de vergüenza... Que dirán si me ven hacerlo... Eso les da pena a muchos. Pero en poco mas de 10 días a esos muchos no les va a dar pena vestirse de "Adelita" o "Zapata", pintarse la cara de verde, blanco y rojo. Usar inmensos sombreros que mas que imitación son una burla. Y gritar "Viva México cabrones!" eso no da pena... No señor, no da pena embriagarte y gritar estupideces porque "hoy se festeja la independencia"
Pienso mucho en cuantas veces he sido patriotero y no patriota. Pienso también en lo que se va perdiendo en el camino. Solo se que es MI responsabilidad patriótica enseñarle a mi hija, lo que su bandera y su himno significan, es mi deber enseñarle a amar el suelo que te permite echar raíces que te ofrece la oportunidad de llenarte la boca diciendo soy mexicano si señor!
Patriota o patriotero...
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