sábado, 1 de septiembre de 2012

Mi amor por ti no esta en duda

Hoy ocurrieron un par de cosas. La primera es que alguien dudó de mi admiración y mi amor por ti, la segunda es que me da alegría darme cuenta que respondí sí con molestia, pero pienso que no en el tono ofensivo y del que me he arrepentido tantas veces de usar; porque de mi boca ciertamente salen a veces cosas bellas, pero cuando el sarcasmo, el coraje y la poca inteligencia emocional me dominan, mi boca es tan ofensiva que se convierte en mi peor enemigo.

Soy de las personas que uso con mesura y cuidado la palabras "te amo", y aun así me he equivocado. Pero sinceramente creo que por poco que sea, cuando decimos amar algo o alguien al menos debemos conocerle un poco.

Es verdad que la primera vez que supe de ti dude un poco, lucias bella, enorme y claro que eras (y sigues siendo) muy popular. Pero ya con anterioridad me había dejado deslumbrar con bellezas similares y las creía tan grandes que cuando supe realmente quienes y como eran quede completamente desilusionado, sin embargo tu eras la mas joven de ellas y la que mas prometía.

Mi trabajo, me ha dado un par de veces la oportunidad de viajar un poco a lugares inolvidables. Una de ellas fue precisamente a París. El trabajar en un par de proyectos me tuvo ahí unas semanas. Y ahí, en la "Ville Lumière" fue donde te conocí. Si no mal recuerdo fue un miércoles a finales del mes de Mayo.

En Europa Occidental en ese mes comienza a anochecer después de las 9 de la noche. Y ese día salí de la oficina a eso de las 7 y media de la noche cargando con mi computadora en el backpack, sin ganas de regresar y menos de perder el tiempo en ir a mi hotel, que por cierto estaba en una de las zonas "menos privilegiadas" de la ciudad (gracias a la ineptitud de la asistente de mi entonces director), el barrio de Saint-Ouen.

Me fui directamente al metro con mi abono semanal en mano un poco nervioso porque sabía perfectamente que te iba a ver. Iniciando el trayecto me quede detenido cerca de 15 minutos en la estación Porte de Clichy por alguna falla, ahí rodeado de gente, en su mayoría inmigrantes africanos de los barrios cercanos, todos nosotros impregnados del característico olor a cloaca del metro parisino.

Llegue a la estación École Militaire, saliendo de ahí camine cerca de treinta pasos di vuelta a la primera calle y ya estabas ahí como queriéndote ocultar entre los edificios, así que apresure los pasos tras de ti viéndote casi completa a través de los grandes arboles de Le Champ de Mars hasta que por fin logre tenerte frente mío. Fue un instante de contemplación yo tan pequeño y tu ahí, tan impresionante y hermosa, tan sencilla y tan bella a la vez.

Desde niño estuve enamorado de la Luna, impresionado por su luz, su belleza y por todas las cosas que ella ha significado para mi. Enamorado de una maravilla natural, un regalo de Dios al hombre. Pero ese miércoles, estaba yo ahí contemplándote de frente, haciendo a un lado mis juicios y mis experiencias pasadas y llenando mis ojos de ti, me comencé a enamorar me de ti, de la famosa Tour Eiffel. Otra maravilla pero esta vez del hombre creada para el hombre, 325 metros de poder, ingenio, maestría, ingeniería y arquitectura reunidas frente a un hombre de 1.70.

Nuestra historia fue de visitas y miradas continuas durante esos días. No hay manera de dejar de verte una vez que se te conoce, no la hay. Hermosa de día y de noche.

Hoy mi entrada es para ti mi querida Torre Eiffel, porque mi amor por ti no esta en duda.

Vive La France et vive la Tour Eiffel aussi!


1 comentario:

  1. AY! Y tienes foto con ella, te he envidiado por dos segundos, los siguientes me ha hecho feliz que pudieras tener ese recuerdo, es de las cosas en mi lista de cosas por hacer antes de morir... Besos...

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