Hoy descubro que es un momento que mi ser busca para sí. Un momento de purga, de soledad, bañado de un infinito silencio, tan vacío que está solamente lleno de mí. Unos minutos de viaje interior, de análisis incompleto, de mirar a todos lados sin estrés, sin ganas de solucionar nada. No es un insomnio que molesta y se sufre. Solo unos minutos despierto que son un regalo para mi. Donde se disfruta la vida por el puro placer de estar vivo, donde puedo agradecer sin parecer servil y excesivamente educado. Donde viajo a donde sea desde la comodidad de mi cama y de mi espacio personal.
No hay queja... ¡Gracias 4 am!
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