"Pienso que a veces nos inventamos las verdades, porque es como nos gusta ver las cosas y que cuando aparece la verdad desnuda es cuando se vuelve dolorosa" #myquotes
La verdad como muchos otros conceptos termina siendo relativa: Lo que para algunos es verdad para otros es una mentira o sólo parte de una verdad. Lo que es real es que todo mundo necesita de ciertas verdades para vivir (o sobrevivir).
Algunos sostienen sus vidas dependiendo de ciertas verdades, morales, religiosas, políticas, familiares, sociales y hasta culturales. Mucho dependemos de esas verdades desafortunadamente, y el descubrir que alguna de esas verdades esenciales y fundamentales no es completamente cierta, puede llegar a destruir nuestras vidas, nuestras relaciones, nuestras expectativas y nuestros proyectos.
En mi caso, motivo de una posible ruptura familiar cuando la verdad religiosa inculcada a mi familia dejó de ser la mía; cuando yo encontré a través de mis propios pasos una verdad diferente. Cuando en un cierto momento una verdad inducida fue cambiada por una verdad por convicción. Hoy en día no es un motivo de ruptura pero si logra pequeños desacuerdos entre mi familia, amigos y yo.
Verdades sociales como que una familia debe estar conformada por padres e hijos y no solamente por una pareja feliz de no tener hijos. ¿Por qué un paradigma social hace padres a quienes no deben o no quieren ser padres? Y esto lo digo porque miles allá afuera son padres que no querían serlo o no deberían serlo (pero les fue inculcado serlo como una verdad y un camino a la felicidad). Tremendo impacto para padres e hijos cuando descubren que no era su verdad, hijos dependientes de múltiples personas menos de los padres, padres frustrados porque no pueden "hacer lo que hacían antes de los hijos".
Verdades personales, paradigmas del amor, del trato a la pareja, de la correspondencia, de la evaluación al compañero por paradigmas establecidos, hacen que nos generemos verdades que no existen ó que nos pongamos un antifaz ante una verdad que no nos gusta, un antifaz que se convierte en una máscara que nos hace aparentar ser felices con una verdad que no existe. Ni una verdad, ni una felicidad reales. La mujer que espera un "principe azul" (ni en los pitufos había un solo príncipe) o el hombre que espera a la mujer ideal (dependiendo de como haya sido educado) van a lograr ser felices. Crear expectativas tan altas, nuevamente genera frustración, por ello actualmente la cantidad exagerada de divorcios... falsas expectativas, verdades incompletas y falta de compromiso.
Romper con los paradigmas inculcados, aprendidos, leídos, visualizados... eso es lo que generará en cada uno de nosotros una verdad tan subjetiva como cualquier otra pero tan real para nosotros que no hay cabida para la frustración. El día que aprendamos que la familia, la sociedad, la amistad, la pareja es lo que NOSOTROS decidamos y no lo que nos fue enseñado, las cosas cambiarán. Dos personas unidas o no en matriminio son familia, una pareja con imperfecciones pero que nos satisface de manera que esas imperfecciones se convierten en las menos es nuestra pareja ideal, una amistad con poca o demasiada comunicación es la amistad perfecta según nosotros lo decidamos. Sin expectativas extremas, sin aprendizajes ajenos. Esa es nuestra verdad particular.
Aquí dejo esta frase tan inspiradora de Shakespeare: Sabes porque soy Feliz porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele. Los problemas no son eternos siempre tienen solución, lo único que no tiene solución es la Muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, solo vive intensamente.
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